La inducción al suicidio está tipificada en el código penal español en el artículo 143.1, con pena de prisión de cuatro a ocho años.
Según este artículo, la inducción al suicidio se produce cuando una persona consigue que el inducido se quite la vida a sí mismo empleando cualquier medio de persuasión.
Expongo esto para que podáis entender mejor el caso que os vengo a exponer hoy. Se trata del caso de Michelle Carter, quien indujo a su novio a suicidarse.
Michelle Carter es una joven de 17 años que conoció a su novio Conrad Roy en 2012 e iniciaron una relación amorosa. Roy no estaba pasando un buen momento en su vida hasta el punto de llegar a querer quitarse la vida como vía de escape a sus problemas.
Cuando Roy comentó esta idea con su novia Carter, esta le apoyó en todo momento pero no de la forma esperada, ya que Michelle animaba a su novio a quitarse la vida mediante mensajes como:
– “Si piensas que esta es la única manera en que serás feliz, el cielo te dará la bienvenida de brazos abiertos”.
– “Estás listo y preparado. Todo lo que tienes que hacer es encender el generador y serás libre y feliz”.
– “Aquí no eres feliz y jamás lo serás. En el cielo sí que serás feliz. Simplemente hazlo”.
Roy tuvo dudas en el último momento, de modo que salió del coche al sentir miedo a abandonar a su familia y al encontrarse mareado por el monóxido de carbono. Escribió a su novia contándole lo sucedido y ella le respondió “vuelve a entrar”, en una de las ocasiones en las que el chico tuvo dudas, Carter le dijo: “Tienes que hacerlo Conrad, o voy a tener que ayudarte”.
Conrad Roy se quitó la vida una noche de verano del año 2014 por intoxicación de monóxido de carbono, se lo encontraron encerrado en su coche a la mañana siguiente. Michelle Carter está acusada de homicidio involuntario a la espera de juicio.
¿En este caso, sería homicidio involuntario como la han acusado?, o ¿este delito estaría mejor tipificado como inducción al suicidio?
En el siguiente artículo tenéis más información sobre el caso.